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Las guía de viaje sirven para dar ideas a miles de mochileros y viajeros que buscan documentación para encontrar en su interior los lugares principales a visitar, pero de igual manera dónde ir a comer, qué hacer días señalados cuando hay mercadillo en un determinado lugar de la ciudad o incluso como aislarte durante unas horas y para desplazarte a un rincón tranquilo a tan solo 10 minutos del centro de la ciudad.
En solitario descubrir un pueblo puede convertirse en uno de los más agradables recuerdos y desconexiones. Aunque por norma general las guías cierran mucho en torno a destinos concretos, igualmente las hay que tratan de la propia esencia del destino, recomendando a los turistas a conocer por ellos mismos el estilo y costumbres del lugar.
Para hacer las maletas y no errar, además de intuición, hay también que saber de antemano qué tipo de visitas de las que muestran en la guía de viaje se van a organizar. No es lo mismo ir de museos que a los diferentes parques de atracciones, ni ir de cena o planificar una visita a tiendas locales.
La aventura no siempre se inicia cuando se compran los billetes de avión. En realidad, la aventura empieza cuando se busca información del destino al que quieres viajar. Y no hay mejor cosa que empezar a consultar guías de viaje para saber cuál es la que más se parece más al estilo de viaje que te gustaría disfrutar con tus mejores amigos o familia.
¿Qué se le debe pedir a una guía de viaje para que sea de ayuda? Que sea capaz de responder a todas las dudas que, como viajero, cualquiera como vosotros pueda plantearse. El hecho de que aparezca de igual manera datos de interés como las direcciones y formas de contacto de embajadas, centros de salud o incluso comisarías pueden sacar de líos y servir de recurso y ayuda si fuera preciso.
Uno de los puntos fuertes que tienen este tipo de guías de viaje es que realmente toda la información de interés está incluida, lo que aporta, sin necesidad de ahondar en todo, se tengan pinceladas de lo que se ve.
No todo vale, se trata de usar la guía sobre un destino como inspiración, no al pie de la letra porque sería imposible realizar todo. ¿Qué tal centrarse en lo más interesante para uno mismo y, desde ahí, profundizar aún más la información?
Una guía turística es como un álbum de recuerdos. Son pequeños momentos que dejan entrever la maravilla que hay detrás, pero que hay que leer entre líneas, cuál es la interesante historia que tiene tras la imagen.
Leer las páginas principales de las guía de viaje te pueden ayudar a disfrutar mejor de tus destinos. Hay países que tienen sus propias normas de seguridad y, conocerlas previamente para no ofender a los residentes, es una gran idea.
Algo que te agradará en cualquier guía para viajar es que ofrecen cosas interesantes de cada monumento. Desde dónde tomar la mejor imagen, cuál es el ladrillo que sobresale, cómo conseguir llegar a tiempo…
La mejor playa, el mejor puesta de sol, dónde ver una puesta de sol de película, dónde se rodó la escena de la película que popularizó ese destino, quién vive en esa casa…todo esto lo podrías saber en la guía del destino.
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