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Las guías de viajes han sido de utilidad para inspirar a millones de viajeros que buscaban documentación para localizar en su redacción los qué visitar, pero igualmente dónde ir a comer, qué hacer en un día concreto cuando hay acontecimiento en un determinado lugar de la ciudad o también como salir del mundanal ruido de sus calles para desplazarte a un rincón tranquilo a menos de 20 minutos del principal destino turístico de la zona.
En solitario visitar un pueblo puede convertirse en uno de los más intensos vivencias y desconexiones. Aunque por norma general las guías cierran mucho en torno a lugares concretos, del mismo modo las hay que hablan del propio espíritu del destino, recomendando a los viajeros a descubrir por ellos mismos el el nuevo destino o lugar.
Para hacer una maleta y no equivocarse, además de intuición, hay igualmente que conocer de antemano cuales son las visitas de las que aparecen en la guía de viaje se van a realizar. No es lo mismo ir de ferias que a los diferentes parques temáticos, ni ir de tapas o planificar un picnic.
Leer con anterioridad cuáles son los días de apertura y horarios de los principales monumentos y museos que deseas conocer ayuda mucho a planificar, junto con los planos de ciudad y transporte, varios días de un viaje en familia en el que aprovechar al máximo el tiempo disponible para la estancia. Así encontramos la ventaja más destacada de de acompañarnos por una guía de viaje recomendada que aglutine toda la información de más valor del destino.
La información más importante está en las páginas de la guía de viajes. Los transportes, cómo moverse por el destino, qué visitar en una zona, qué visitar en sus calles, dónde visitar para encontrar los comercios más buscadas, los locales más interesantes, los lugares que hablan de su historia…todo lo que no te puedes perder.
¿Quieres conocer cuáles son los monumentos y las visitas ineludibles para decir que has estado en un país? Sin duda la información a tener en cuenta se incluye en las guías para viajes, donde no se deja nada importante fuera.
No todo vale, se trata de usar la guía como base, no al pie de la letra porque sería imposible realizar todo lo indicado en ella. ¿Qué tal centrarse en lo más interesante para el grupo y, a partir de ahí, profundizar aún más la información?
Una guía para viajar es como un álbum de fotografías. Son pequeños impactos que dejan entrever la maravilla que hay detrás, pero que hay que leer entre líneas, cuál es aquella interesante historia que tiene tras la imagen.
¿Qué tal dejarse llevar por las recomendaciones profesionales de una guía de viajes y hacer lo que ponga? Cuando faltan ideas, la improvisación es la respuesta.
¿No tienes planes que hacer? En las guías para viajes también te ofrecen opciones para quien no tiene planes. Hay siempre sitios de encuentro para turistas, para intercambiar opiniones, para enseñar costumbres…solo hay que encontrar dónde hacerlo y las guías de viaje pueden ser ese primer contacto.
¿Cómo sacar partido al transporte? A todas estas preguntas que se realiza uno antes de viajar tienen respuesta en una buena guía de viajes.
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