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¿Por qué conformarse con tomar un café en cualquier sitio si, en una calle próxima y ver gracias a la guía de viajes puedes disfrutar de uno de los sitios y locales más interesantes de toda la zona? Tan solo deberían tomar como referencia las recomendaciones de este tipo de guías para poder descubrir la interesante alma de la gastronomía del destino.
Pero no solo de rutas se componen las guías de viaje, sino que de igual manera comentan de muchas de las características que te ayudarán a organizar las vacaciones : moneda, tipo de electricidad, la forma más económica de llamar por teléfono, los transportes públicos, las cosas curiosas para sobrevivir al estilo de vida del destino…
Para hacer vuestras maletas y no errar, además de intuición, hay de igual manera que conocer qué tipo de visitas de las que nos interesan de las que aparecen en la guía de viaje se van a llevar a cabo. No es lo mismo ir de ferias que a los distintos parques temáticos, ni ir de comida o planificar una visita a la playa.
Conocer con anterioridad cuáles son los horarios de los principales monumentos y museos que deseas conocer ayuda mucho a organizar, junto con los planos de ciudad y transporte, un día completo en el que optimizar al máximo el tiempo disponible para la estancia. De ahí la principal ventaja de tener disponible una guía para viajar profesional que te descubra toda la información relevante del destino.
La información más importante está en las páginas de la guía para viajar. Los medios de transporte, cómo moverse por la ciudad, qué esperar de una zona, qué visitar en sus calles, dónde recalar para encontrar los comercios más valorados, los locales más de moda, los monumentos que hablan de su pasado…todo lo que no te puedes perder.
Uno de los puntos fuertes que poseen este tipo de guías para viajeros es que en realidad toda la información básica está reflejada en su contenido, lo que aporta, sin necesidad de profundizar, se tengan datos importantes de lo que se visita.
Aunque parezca mentira, las guías de viajes suelen incluir algunos hoteles, no siempre hay que seguir al pie de la letra las recomendaciones ya que, de un año a otro, las especialidades pueden incluso cambiar. Más allá de sitios legendarios, déjate aconsejar por personas del lugar.
Una guía de viaje es como un álbum de recuerdos. Son pequeños impactos que dejan entrever la maravilla que hay detrás, pero que hay que leer entre líneas, cuál es la historia que exíste tras la fotografía.
¿Qué tal dejarse llevar por la sensación de abrir la guía por cualquier página y hacer lo que ponga? Cuando sobran ideas, la la lectura de una guía de viajes es la mejor solución.
Habitualmente suelen estar publicadas por gente que ha residido años o que directamente ha nacido en ese destino, lo que se nota en que el conocimiento de el país sea máxima para poder orientarte sobre lo esencial.
La mejor zona de costa, el mejor puesta de sol, dónde ver el atardecer de película, dónde se grabó la escena de la película más famosa, quién fue propietario de esa casa…todo y mucho más lo podrías descubrir en la guía del destino.
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