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Las guías para viajes han servido para dar ideas a un número elevado de mochileros y viajeros que buscan información para visualizar en su redacción los principales monumentos, pero también qué lugar elegir para ir a comer, qué hacer en un día concreto cuando hay mercadillo en en un sitio cercano de ese destino o del mismo modo como evitar el bullicio para desplazaros entre amigos o familia a un rincón tranquilo a menos de 5 minutos o pocas paradas de autobús o metro del núcleo poblacional.
Pero no solo de recomendaciones incluyen las guías para viajar, sino que también desarrollan de muchas de las características que te ayudarán a organizar la escapada : moneda, tipo de electricidad, la forma más barata de llamar por teléfono, los transportes públicos, las curiosidades para sobrevivir al estilo de vida del destino…
Para hacer las maletas y no equivocarse, más allá de intuición, hay de igual manera que conocer de antemano cuales son las visitas de las que se muestran en la guía de viaje se van a organizar. No es lo mismo ir de visita arquitectónica que a los distintos parques temáticos, ni ir de tapas o planificar una visita a tiendas locales.
La aventura de viajar no siempre empieza a partir de cuando se aquieren los billetes de tren. En realidad, la aventura comienza en el momento que se se inicia la búsqueda de información del destino al que quieres viajar. Y no hay mejor cosa que empezar a hojear guías para viajar para saber cuál es la que más se acerca al estilo de viaje que te gustaría vivir en familia.
La principal información está en las páginas de la guía de viajes. Los transportes, cómo moverse por la ciudad, qué esperar de una zona, qué visitar en sus calles, dónde recalar para encontrar los comercios más valorados, los locales más underground, los graffitis que hablan de su pasado…todo.
¿Cómo puedo encontrar un alojamiento en un destino para alargar mi estancia? La ventaja de las guías para viajar es que, aparte de facilitar de forma habitual datos sobre qué ver, está igualmente la opción de planificar los días de estancia, lo que complementa el tiempo de desplazamientos dentro del destino.
No todo vale, se trata de usar la guía como inicio, no al pie de la letra porque sería complicado realizar todo lo que plantea. ¿Qué tal centrarse en lo más importante para uno y, desde ahí, ampliar aún más la información?
Quien no se acompañe una pequeña guía consigo, aunque sea prestada, estará desperdiciando el tiempo que puede ganar para organizar las visitas de una forma más sencilla y rápida. Sin la información básica, se desperdicia el tiempo.
En las guías especializadas en monumentos, que no son fáciles de encontrar pero existen, es el momento de disfrutar a fondo y dedicar parte del tiempo del viaje a un solo impacto. Cada lugar conlleva algo que contar.
Como norma general suelen estar escritas por profesionales que ha vivido años o que directamente ha nacido en el lugar, lo que hace que el conocimiento de el país sea máxima para poder orientarte acerca de lo esencial.
Si no tienes tiempo de preparar el viaje con todo lujo de detalles hasta el último minuto de tu estancia, las guías de viaje son las que te salvarán el tipo y te permitirán disfrutar a tope con lo mínimo.
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