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Las guías para viajar han servido para motivar a muchos viajeros que buscaban un referente para visualizar en ellas los principales monumentos, pero también dónde ir a comer, qué hacer días señalados cuando hay encuentro en una zona famosa de la ciudad o del mismo modo como salir del mundanal ruido de sus calles para trasladaros a un rincón de la naturaleza a tan solo 15 kilómetros del centro del destino.
En pareja conocer un país puede convertirse en uno de los mejores recuerdos y desconexiones. Aunque por norma general las guías cierran mucho en torno a sitios concretos, también las hay que hablan del propio espíritu del destino, recomendando a los turistas a conocer por sí mismos el latir de algo nuevo.
Para hacer vuestras maletas y acertar de pleno, además de intuición, hay de igual manera que saber de antemano qué tipo de visitas de las que nos interesan de las que aparecen en la guía de viaje se van a realizar. No es lo mismo ir de visita cultural que a los diferentes parques temáticos, ni ir de picoteo o planificar un paseo por el puerto.
Conocer con anterioridad cuáles son los horarios de los principales monumentos y museos que deseas visitar ayuda mucho a planificar, junto con aplicaciones como Google Maps, una jornada del viaje en el que rentabilizar el tiempo. Así encontramos la ventaja de tener disponible una guía de viaje profesional que identifique toda la información de más valor del destino que deseas conocer.
La principal información está en las páginas de la guía de viajes. Los medios de transporte, cómo moverse por el destino, qué visitar en una zona, qué experimentar entre sus calles, dónde visitar para encontrar los comercios más tradicionales, los locales más frecuentados, los graffitis que hablan de su pasado…todo lo que no te puedes perder.
Uno de los puntos fuertes que poseen este tipo de guías de viaje es que en realidad toda la información importante está incluida, lo que aporta, sin necesidad de ahondar en todo, se tengan datos importantes de lo que se ve.
Una guía de turismo es el primer contacto con el destino, antes incluso de reservar los billetes. Es la ventana a todo lo que puede ofrecer las vacaciones en forma aproximación. Es el principio de la aventura.
Una guía turística es como un álbum de fotografías. Son pequeños momentos que dejan entrever la maravilla que hay detrás, pero que hay que centrarse en lo que resulta más de nuestro interés, cuál es aquella historia que tiene tras la imagen.
En las guías de zonas monumentales, que haberlas las hay, es el momento de disfrutar a fondo y dedicar parte importante del viaje a un solo momento de la historia. Cada monumento habla de sí mismo.
Las de las mejores editoriales suelen estar publicadas por personas que ha viajado reiteradamente durante años o que también ha nacido en ese lugar, lo que se nota en que el conocimiento de la zona sea máxima para poder transmitir lo esencial.
Es una posibilidad ahorrar dinero al viajar si se estudia con atención una guía sobre un destino porque aglutinará planes, unirá puntos del destino, mostrará lo relevante…vamos, te centrará en lo importante.
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