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Desde las tiendas más destacadas hasta los zonas artísticas más visitados por los turistas o las piezas de arte internacionalmente conocidas mostradas en las pinacotecas, hay cientos de guías para viajes como turistas dispuestos a estudiar nuevos destinos.
Pero no solo de planes muestran las guías de viaje, sino que de igual manera hablan de muchas de las características que te serán útiles a organizar las vacaciones : moneda, tipo de enchufes, la forma más barata de llamar por teléfono, el transporte, las curiosidades para sobrevivir al estilo de vida del destino de tus vacaciones…
Para hacer las maletas y no equivocarse, además de intuición, hay igualmente que saber qué tipo de visitas de las que se muestran en la guía de viaje se van a organizar. No es lo mismo ir de museos que a los distintos parques temáticos, ni ir de comida o planificar un paseo por el puerto.
Si el conocimiento del lugar es tan interesante como la que aportan las guías de viaje de las editoriales más conocidas, cualquier lugar acaba siendo divertido de conocer. Basta dejarse asesorar por las recomendaciones.
¿Qué se le debe pedir a una guía de viajes para que sea rentable su compra? Que sea capaz de contestar a todas tus dudas que, como turista, cualquiera como vosotros pueda plantearse. El hecho de que incluyan igualmente datos de interés como las direcciones y modos de contacto de centros de interés, hospitales o incluso centros de información al turista pueden sacar de líos y servir de recurso y ayuda si fuera preciso.
Uno de los puntos fuertes que tienen este tipo de guías de viaje es que realmente toda la información básica está reflejada en su contenido, lo que aporta, sin necesidad de ahondar en todo, se tengan información relevante de lo que se visita.
No todo vale, se trata de usar la guía como inspiración, no al pie de la letra porque sería imposible realizar todo. ¿Qué tal centrarse en lo más importante para la familia y, a partir de ahí, ampliar aún más la información?
Quienes han firmado una guía de viajes han conocido el lugar a fondo, disfrutando y alegrándose con los secretos que ofrece, algo que de un modo u otro, son capaces de trasladarnos, aunque traten de ser neutrales, en la selección que realizan para proporcionar la misma sensación al viajero.
¿Qué tal dejarse llevar por la sensación de abrir la guía por cualquier página y hacer lo que ponga? Cuando hay exceso de ideas, la improvisación es la respuesta.
¿No tienes planes que hacer? En las guías para viajes igualmente te ofrecen opciones para quien no tiene planes. Hay siempre lugares de encuentro para visitas, para intercambiar impresiones, para enseñar idioma…solo hay que encontrar el lugar adecuado y las guías de viaje pueden ser ese primer contacto.
Es posible conseguir ahorrar dinero al viajar si se estudia con atención una guía de viaje porque acumula planes, unirá puntos del país, mostrará lo importante…vamos, filtrará el derroche.
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