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Las guías de viajes han servido para dar ideas a millones de turistas que han buscado documentación para localizar en ellas los lugares monumentales, pero igualmente a qué lugar ir a comer, qué hacer un día determinado cuando hay mercadillo en una zona famosa de la ciudad o del mismo modo como salir del mundanal ruido de sus calles para aparecer en un rincón natural a menos de 10 minutos o pocas paradas de autobús o metro del centro.
En familia descubrir un enclave natural puede convertirse en uno de los más intensos vivencias y desconexiones. Aunque por norma general las guías cierran mucho en torno a destinos concretos, del mismo modo las hay que hacen recomendaciones de la esencia del lugar, recomendando a los viajeros a visitar por ellos mismos el saber vivir del sitio.
Para hacer la maleta y acertar, además de intuición, hay de igual manera que saber de antemano qué tipo de visitas de las que nos interesan de las que aparecen en la guía de viaje se van a realizar. No es lo mismo ir de ferias que a los distintos parques de atracciones, ni ir de picoteo o planificar un paseo por el puerto.
Leer previamente cuáles son los días de apertura y horarios de los principales atractivos turísticos y restaurantes a visitar ayuda mucho a planificar, junto con aplicaciones como Google Maps, varios días de viaje en el que rentabilizar el tiempo. Esta es la principal ventaja de de leer una guía para viajar profesional que concentre toda la información de más valor del lugar.
La información que necesitas habitualmente está en las páginas de la guía. Los transportes, cómo trasladarse por la ciudad, qué visitar en una zona, qué visitar en sus calles, dónde visitar para encontrar las tiendas más visitadas, los locales más frecuentados, los lugares que hablan de su historia…todo lo interesante.
Uno de los puntos fuertes que poseen este tipo de guías turísticas es que realmente toda la información relevante está incluida, lo que hace que, sin necesidad de ahondar en todo, se tengan pinceladas de lo que se está viendo.
No todo vale, se trata de usar la guía de viajes como inicio, no a pies juntillas porque sería difícil realizar todo lo que aparece. ¿Qué tal centrarse en lo más interesante para uno mismo y, desde ahí, ampliar aún más la información?
Quien no lleve en su bolsillo una gran guía para viajar consigo, aunque sea prestada, estará perdiendo el tiempo que puede ahorrarse para preparar las visitas de una forma más sencilla y rápida. Sin la información de la guía, se pierde el tiempo.
Una guía de viaje, además, es el mejor complemento y regalo para ese viaje que realizarás a tu pareja. Es recomendable contar con un ayudante a la hora de planificar o decidir qué hacer en el destino para evitar luego complicaciones.
Cada guía lleva una organización diferente y responde a las exigencias de un tipo de turista. Los hay que prefieren guías generalistas, otros más concretas y otros que propongan todo lo que las guías de las otras editoriales no mencionan. Elige la que más se adecue a tus preferencias a la hora de viajar.
Ser capaz de vivir a través de las sugerencias un viaje único es más que posible. De hecho, en la mayoría de situaciones sirve para ser consciente sobre qué es lo imprescindible para no desperdiciar el tiempo.
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