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¿Por qué conformarse con acceder en cualquier bar si, a menos de 50 metros y gracias a la guía de viajes puedes descubrir uno de los lugares y locales más bonitos de toda la zona? Solamente deberían dejarse aconsejar las recomendaciones de este tipo de guías de turismo para poder descubrir la interesante alma del ocio de la ciudad.
Pero no solo de rutas viven las guías para viajar, sino que también desarrollan de muchas de las características que te servirán a organizar tu gran viaje : moneda, tipo de electricidad, la forma adecuada de llamar desde allí, cómo moverse en transporte público, las opciones interesantes para sobrevivir al estilo de vida local…
Para hacer la maleta y no errar, más allá de intuición, hay de igual manera que conocer qué tipo de visitas de las que se muestran en la guía de viaje se van a realizar. No es lo mismo ir de museos que a los diferentes parques temáticos, ni ir de picoteo o planificar un picnic.
La principal ventaja de este tipo de libro es que hay más o menos extensas. Quienes van a planificar una escapada durante varios medes, acuden a las guías para viajar de referencia, pero, incluso, los viajeros que han viajado anteriormente a ese destino, podrían llegar a encontrar en una guía de viaje específica de un solo barrio de esta. En ocasiones puede dejarse algo importante por conocer o descubrir para próximos viajes.
La principal información está en las páginas de la guía de viajes. Los transportes, cómo trasladarse por el lugar, qué visitar en una zona, qué visitar en sus calles, dónde recalar para encontrar los comercios más tradicionales, los locales más underground, los graffitis que hablan de su pasado…todo.
Uno de los puntos fuertes que poseen este tipo de guías turísticas es que en realidad toda la información básica está reflejada en su contenido, lo que hace que, sin necesidad de entrar a fondo en todos los detalles, se tengan pinceladas de lo que se está viendo.
Aprovechar una guía de viajes para adentrarse en visitas alternativas elaboradas personalmente es una opción. Se trata de, usando cómo base lo que en ella se ofrece, planificar atendiendo a vuestras preferencias, el tipo de viaje que quiere hacerse.
Una guía turística es como un álbum de imágenes. Son pequeños impactos que dejan entrever la maravilla que hay detrás, pero que hay que centrarse en lo que resulta más de nuestro interés, cuál es la interesante historia que tiene tras la fotografía.
¿Qué tal dejarse llevar por la sensación de abrir la guía por cualquier página y hacer lo que ponga? Cuando hay exceso de ideas, la la lectura de una guía de viajes es la respuesta.
Si te gustan los bares con música en vivo, la típica comida callejera, los más visitados mercadillos o también dónde encontrar los mejores recuerdos, una guía para viajeros es tu respuesta ya que en ella te sugieren de todo.
La mejor zona de costa, el mejor amanecer, dónde ver una puesta de sol de película, dónde se rodó la escena de la película que popularizó ese destino, quién fue propietario de esa casa…todo esto lo podrías descubrir en la guía del destino.
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